Hospital J. M. Ramos Mejía
Cirugía General
La División A de Cirugia General se encuentra en el primer piso del pabellón quirúrgico.
El consultorio externo Nº 160 se encuentra en el 1er piso, del ala izquierda del pabellón de consultorios externos.
Secretario: Leandro Gómez
Teléfono: 4127-0200 interno 1304
Email cir.div.a@hotmail.com
La División B de Cirugia General se encuentra en el tercer piso del pabellón quirúrgico.
El consultorio externo Nº 160 se encuentra en el 1er piso, del ala izquierda del pabellón de consultorios externos.
Secretaria: Virginia Cabo
Teléfono: 4127-0200 interno 1107
Email cir.div.b@hotmail.com
PLANTEL CIRUGIA "A"
JEFE DIVISION
AMICUCCI, Roberto
JEFES UNIDAD INTERNACION
VALIENTE, Rubén
VERZURA, Federico
STAFF
GARATE, Hector
TRIPOLONI, Daniel
PRAGIER, Ariel
VIDELA, Juan
QUIÑONEZ, Emilio
OLMEDO, Alejandro
WALLACH, Ricardo
PLANTEL CIRUGIA "B"
JEFE DIVISION
LUCILLI, Norberto
JEFES UNIDAD INTERNACION
GUERRA LONDOÑO, Jorge
FORNES, José
STAFF
BIANCO, Alejandro
DE LAURO, Javier
DEMARCHI, Gonzalo
LAGAZIO, Gonzalo
MATTACHEO, Adrián
HORARIOS DE ATENCION
LUN | MAR | MIE | JUE | VIE | |
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8 a 15 | 8 a 15 | 8 a 15 | 8 a 15 | 8 a 15 | |
Los turnos se otorgan llamando al 147 |
Historia del Servicio de Cirugía General
La historia del Servicio de Cirugía General del Hospital Ramos Mejía está indisolublemente unida a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, especialmente a la II Cátedra de Cirugía de la misma. Si bien, como veremos más adelante, cobijadas por la ley Padilla, el Hospital fue sede durantes diferentes períodos históricos de la tercera y quinta Cátedras, con insignes cirujanos como titulares de las mismas, la columna vertebral fue siempre la segunda Cátedra de Cirugía. Nacieron juntos y nunca se separaron. La epidemia mundial de cólera de 1867, golpeó con dureza a los ejércitos de la terrible guerra del Paraguay. Llegó a Buenos Aires en el mes de abril de ese año. Poco tiempo después la Comisión de Higiene Pública, a la sazón dirigida por el Dr. Leopoldo Montes de Oca, hermano de Manuel Augusto e hijos ambos de Juan José Montes de Oca, Director del Hospital Militar del Retiro y de la Facultad de Medicina en ese entonces, creó en los Corrales de Miserere, un precario lazareto de apenas 40 camas que llevaría por nombre "San Roque". En 1871 la epidemia de fiebre amarilla desbastó la Ciudad de Buenos Aires y el lazareto tuvo una participación decisiva en la lucha contra el mal, murieron 14000 personas que representaban el 7% de la población de la ciudad, se llenó el Cementerio del Sud (actual Parque Ameghino) y hubo que inaugurar el de Chacarita. En 1872, comenzó la transformación del lazareto en hospital, construcción que fue detenida y reiniciada en 1881, durante la intendencia de Torcuato de Alvear. Finalmente, en 1883 se fundó el Hospital San Roque con 240 camas, que nació en un país inmerso en las ideas de lo que se denominó: "generación del 80". Ese mismo año, por Ley de la Nación el Hospital Buenos Aires, pasó definitivamente a la Facultad de Medicina, con la denominación de Hospital de Clínicas. En la misma época la Universidad de Buenos Aires gestionó convenios con la Comuna para la instalación de Cátedras, primero en el Hospital San Roque, y luego en otros hospitales municipales. Por estos convenios, la Municipalidad nombraba Jefe de Servicio al Profesor titular de la Cátedra, quien adquiría todas las obligaciones de un jefe municipal, además de cumplir sus funciones docentes. El San Roque se convirtió en el primer Hospital Asociado a la Facultad de Medicina (término hoy de uso corriente). Esta asociación resultó de extraordinario beneficio para alcanzar el alto nivel de atención médica y de formación profesional que dio prestigio mundial a la medicina argentina en las primeras décadas del siglo XX. En 1887, a propuesta de la Universidad, el presidente Juárez Celman creó la II Cátedra de Cirugía y nombró como primer Profesor Titular al Dr. Luis Güemes, nieto del prócer salteño. Fue propuesto por la Academia Nacional de Medicina y condujo la Facultad entre 1874 y 1906. Nunca fue realmente cirujano, por lo que declinó el cargo en la Cátedra casi inmediatamente, para dedicarse con gran brillo a la Clínica Médica. A propuesta de la Facultad, el poder ejecutivo designó como Titular, a Julián Aguilar. Fue un cirujano emprendedor y progresista, autor de una técnica original para la cura de la hernia inguinal. Falleció a los 48 años, en 1903. En 1904, la Facultad elevó una terna integrada por los Dres. Juan B. Justo, Enrique Corbellini y Daniel Cranwell. El presidente de la Nación designó a Juan B. Justo Profesor Titular de la II cátedra de Cirugía. Justo introdujo y difundió en el país la práctica de la cirugía aséptica, aprendida en las clínicas de Kocher y Billroth en Europa. Adoptó el éter como agente anestésico, desplazando al cloroformo, e inició en nuestro medio la anestesia local infiltrativa. En1889 inauguró la neurocirugía en el hospital San Roque y fue el primero en realizar, en el mundo, una craneotomía osteplástica (resección parcial y temporaria del cráneo para acceso de una patología intracraneana), con éxito. De talento excepcional para la práctica quirúrgica, fue separado de la cátedra por el Poder Ejecutivo dos años después, por ser destacado miembro del partido Socialista Argentino. Por ordenanza municipal el pabellón quirúrgico del Hospital, lleva su nombre. Junto con él se alejaron del Hospital Enrique Corbellini y Nicolás Repetto. Un nuevo decreto del Presidente de la Nación en 1906, designó titular al Dr. Pascual Palma, de una terna que integraban también Daniel Cranwell y Avelino Gutiérrez. Discípulo de Pirovano, Palma era un hábil cirujano y un docente práctico y concreto; le disgustaban las exposiciones magistrales, tan en boga en su época. En ese entonces funcionaba también en el Hospital San Roque la tercer cátedra de Cirugía, a cargo, primero del profesor Diógenes Decoud, luego de Pedro Chutro, y más tarde a cargo de Alejandro Ceballos. La misma fue trasladada en 1958 al Hospital de San Martín, luego "Mariano Castex" y hoy "Eva Perón", por su entonces Titular, Aníbal Introzzi. Palma renunció en 1921. La Facultad propuso a Armando Marotta, de una terna integrada además por Roberto Solé y José Jorge. Debido a las obras de refacción del Hospital San Roque, Marotta llevó provisoriamente la II cátedra al Hospital Italiano, cuya jefatura de servicio ejercía desde 1920. Concluidas las obras, y reinaugurado el Hospital con el nombre de Ramos Mejía, Marotta asume en él la jefatura de la Cátedra, en la sala 7, primer piso del pabellón de cirugía. Marotta jerarquizó el servicio de cirugía. Fue un gran semiólogo y un operador mesurado y eficaz. Tuvo además una destacada actividad académica. Fue presidente en 1928 del primer Congreso Argentino de Cirugía y tres años más tarde, miembro titular de la Academia Nacional de Medina. Se retiró en 1941 por haber llegado al límite de edad. El Presidente de la Nación elige para sucederlo a Delfor del Valle de una terna propuesta por la Facultad, integrada por Avelino Gutiérrez y Oscar Ivanisevich. Del Valle poseía una gran cultura médica y general, espíritu investigador, fino sentido clínico, técnica quirúrgica depurada y equilibrio emocional frente a las situaciones más dramáticas. Fue uno de los impulsores de la neurocirugía en nuestro país y figura descollante en la cirugía biliopancrática. El descubrimiento de la colédoco-oditis escleroretráctil, le dio renombre universal. Fue un gran organizador de su servicio. En la docencia, abolió las clases magistrales, e inició la denominada enseñanza "Socrática", con activa participación de los alumnos. Jubilado en 1953, se designó a cargo de la cátedra al Dr. Abel Canónico, cargo que ocupó por escasos meses. Fueron años de intensos conflictos políticos. Luego del golpe de estado, en noviembre de 1955, la Facultad de Medicina nombra interinamente al Dr. Alejandro Pavlovsky a cargo de la II Cátedra, y por ende en la Jefatura del Servicio de Cirugía. En 1957, gana el correspondiente concurso y es ratificado en el cargo. En los 6 años que estuvo al frente de la Cátedra pudo trasmitir su gran experiencia, así como su sentido clínico, criterio y capacidad quirúrgica. Fue autor de seis libros y centenares de publicaciones científicas. Presidió la Academia Argentina de Cirugía, la Asociación Argentina de Cirugía (que lo designó cirujano maestro) y fue miembro titular de la Academia Nacional de Medicina; la Municipalidad de Buenos Aires lo Distinguió como Maestro Extraordinario y Jefe Honorario de Cirugía del Hospital Ramos Mejía. Al retirarse Pavlovsky, y luego del correspondiente concurso, el Consejo Superior Universitario designó en 1963 al Dr. Jorge Sánchez Zinny, Profesor Titular de la II Cátedra de Cirugía. De gran personalidad, gran clínico quirúrgico, y cirujano de enorme capacidad, Sánchez Zinny fue un digno heredero de sus predecesores. Consolidó a la II Cátedra como uno de los lugares de referencia y un foco de irradiación de la mejor cirugía argentina. No sólo trasmitió a sus discípulos y alumnos sus conocimientos y dilatada experiencia, sino que también dejó el recuerdo de su atrayente personalidad como caballero, hombre de bien y acérrimo cultor de la más rigurosa ética médica entre sus pares y enfermos. Fue miembro fundador de la Sociedad Argentina de Cirujanos, miembro de la Academia Nacional de Medicina y Gobernador para la Argentina del American College of Surgeons, hasta su deceso. También en 1963, el servicio de la Cátedra fue uno de los elegidos por la Municipalidad para iniciar la experiencia con médicos residentes. Por ese entonces, ya habían caído de hecho, los acuerdos entre la Municipalidad y la Universidad de Buenos Aires. Sánchez Zinny fue, hasta el presente, el último Jefe de Servicio de Cirugía del Hospital Ramos Mejía, con el cargo de Profesor Titular. El gobierno dictatorial de turno, anula en 1977 todos los convenios preexistentes. La Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires crea el Departamento de Cirugía, estructura que engloba todas las especialidades quirúrgicas del Hospital, y le asigna al Ramos Mejía dos Divisiones de Cirugía General. La II Cátedra de Cirugía conserva su ubicación en las ex salas 6 y 7, con la denominación de División "A". A la otra División, la "B", se le asigna el tercer piso del bloque quirúrgico del hospital y por su Jefatura brillaron Horacio Achaval Ayerza, Alejandro Villegas y Alberto Caniparoli. En marzo de 1979, la Facultad designó en forma interina al Jefe de Servicio de la División "A", Profesor Adjunto Dr. Roberto Garriz, a cargo de la II Cátedra. Proveniente de la escuela quirúrgica del Hospital Rawson, discípulo de Ricardo Finocchietto, Garriz fue un cirujano de cualidades excepcionales y un ser humano de extraordinaria bonhomía, reconocida no sólo por sus discípulos dilectos, sino por todos aquéllos que tuvieron el placer de conocerlo. Llegó con su equipo al Ramos Mejía, no para sustituir una escuela quirúrgica, sino para enriquecerla. En 1984, la Facultad de Medicina eliminó las cátedras tal como las conocíamos hasta entonces y departamentalizó la enseñanza de las especialidades. La denominación de II Cátedra siguió vigente en la memoria colectiva. Fueron distinguidos Jefes de Servicio de la División "A" de Cirugía y responsables de la materia en el Hospital Ramos Mejía los Profesores Adjuntos Héctor Santángelo y Luis Gutiérrez. La actual vigencia de éstos en la vida quirúrgica argentina hace innecesaria la descripción de sus biografías. También se desempeñó como responsable de la materia el profesor Titular Dr. Juan C. Milanese, cargo que ejerció no en las Divisiones de Cirugía General, sino en el Departamento de Urgencias del hospital, del que era Jefe. El Hospital Ramos mejía ha dado insignes figuras a la historia de la cirugía argentina, historia en que la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires jugó un papel decisivo. Los Jefes de División junto con todos los docentes que actualmente tratamos, a pesar de las dificultades, de hacer honor a la herencia recibida, consideramos que no tiene destino un hospital público de la Ciudad de Buenos Aires sin docencia de pre y pos grado, y esa actividad debe ser tutelada por la Facultad de Medicina de la UBA. Uno de nuestros objetivos permanentes es que esa unión sea indestructible.